Este bonito escarabajo curculiónido procedente de Asia
tropical, está siendo el dolor de cabeza de la jardinería del siglo XXI en
nuestro país. Sus larvas se alimentan de las partes más tiernas de las palmeras
del género Phoenix (entre otros) al cual pertenecen la palmera canaria
y la datilera. Por ahora, no hay un método de control efectivo a la par que
rentable y mucho menos sostenible medioambientalmente. Como en otros muchos
casos de especies invasoras, este "invitado" colonizó territorios
ajenos ayudado por el hombre. Su entrada a la Península Ibérica parece estar
asociada a la importación de palmeras desde el norte de África en los años 90.